2017/05/05

Al Clan del Borbón le gustan los dictadores genocidas


España y Argentina siempre hermanadas


Y mientras los militares fascistas torturaban, asesinaban y desaparecían a miles de argentinxs, y compatriotas españoles, el Borbón campechano de risas y fiestas con el criminal de lesa humanidad Jorge Rafael Videla.

En un documento amplio, en el que aparecen unos 200 nombres. La nlista es aún más larga cuando se añaden a los ciudadanos hispano-argentinos de segunda y tercera generación. Así suman algo más de 700. Todos estos casos siguen hoy en los archivos del ministerio de Relaciones Exteriores de España



Joaquín Ruiz-Giménez Cortés
, quien dejó al descubierto las omisiones de Madrid ante esta tragedia: “Las respuestas en las que se decía desconocer el paradero de la persona secuestrada eran aceptadas sin más trámite”. Una investigación realizada por el Defensor del Pueblo entre 1986 y 1987, dirigida a conocer los parámetros en los que habían actuado los gobiernos de Adolfo Suárez y Felipe González ante los secuestros y desapariciones de compatriotas en Argentina.

Archivan denuncias sin más exolicaciones
“No figura que haya sido detenido ni alojado en ningún establecimiento carcelario dependiente del Ministerio del Gobierno ni de autoridades militares”. “Archivado”, zanjaba entonces la diplomacia española. En el mejor de los casos, dos o tres años más tarde volvían a mandar una “nota reiterativa” que ni siquiera era respondida por los militares.



Oligarquía española hizo millonarios negocios con el régimen genocida.




Las excelentes relaciones económicas que habían establecido con el régimen de Videla. Esas relaciones se incrementaron casi al mismo ritmo que crecían los muertos: de acuerdo a distintos documentos obtenidos por Público, en abril de 1977 -coincidiendo con innumerables secuestros, torturas y asesinatos de civiles- fueron firmados varios contratos entre el Régimen argentino y la empresa “Astilleros Españoles” por un valor aproximado a los 220 millones de dólares.

Informes elaborados por el ministerio de Exteriores de la dictadura daban cuenta de la exitosa relación comercial entre ambos países, que llegó a su máximo histórico en plena dictadura. Por ejemplo, en 1977 el comercio global alcanzó los 450,8 millones de dólares, una cifra sin precedentes. Las cosas fueron aún mejor en 1978, un año que Videla jamás olvidaría: en noviembre recibió la visita del Clan  borbón, quienes llevaron varios negocios bajo el brazo.

“Se hallan en juego intereses que pueden suponer muchos millones de dólares, que sería una grave responsabilidad (sic) desperdiciar ante la tan favorable coyuntura que representa el viaje Real”, escribía un par de meses antes el entonces embajador de España en Argentina, Enrique Pérez-Hernández



Suculentos contratos con la Oligarquía burguesa española “por 34 millones de dólares de material ferroviario, planta de cemento en muy difícil tramitación por valor de 65 millones de dólares en Salta (norte argentino) y contratos de suministros para la Represa de Yaciretá, en el que se podrían obtener contratos y suministros por unos 100 millones de dólares”.

Los negocios, entonces, como ahora estaban y están por encima de las vidas.


/Público.es

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